Abril será un mes en el que la contienda electoral se calentará a un punto en que probablemente dejemos de hablar sobre debates y pasemos a reseñar una oleada de protestas sociales. Sin embargo, a pesar que en estas elecciones contamos con numerosos candidatos, que dicen mucho y sobre muy variados asuntos, no se toca el tema de la fuerte vulnerabilidad de nuestro país frente al cambio climático, y de la serie de medidas que se tendrán que implementar desde el Estado, a corto y mediano plazo, para prevenir, evitar y mitigar los efectos del cambio del clima en la economía nacional.

¿Qué medidas de adaptación al cambio climático proponen los candidatos? El tema podría pasar por irrelevante en medio de la actual coyuntura, pero veamos, podría no ser una cuestión menor.

Consideremos en primer lugar los siguientes datos: Perú es considerado uno de los diez países más vulnerables frente al cambio climático, y esto a nivel mundial. Este grado de elevada vulnerabilidad se produce por la combinación de los siguientes factores; somos un país tropical cuya mayor reserva de agua dulce esta en los glaciares de las altas montañas, nieves eternas que enfrentan un acelerado proceso de desglaciación. A ello tenemos que sumar que el mayor porcentaje de la población nacional habita la costa, y tiene como única reserva de agua dulce a estos mismos nevados. Sumando esos dos factores tenemos que una seria disminución de esta reserva de agua ocasionaría que la habitabilidad de las ciudades de la costa primero y de la sierra después se reduzca, es decir que menos personas puedan vivir en estos lugares.

Pero hasta hace muy poco un escenario así se veía extremo, improbable, remoto. Las proyecciones sobre el aumento de la temperatura a niveles que afectaran nuestra forma de vida se ubicaban a mediados y fines del presente siglo. Puesto así, decir que “para el año 2050…” o “para fines de siglo…” la producción agrícola se verá amenazada por una ola de sequias, o que nos enfrentaremos a un escenario de hambrunas y guerras por el agua, no sonaba tan mal, tan urgente.

Y aquí, consideremos en segundo lugar estos otros datos, referentes a los registros de temperatura de estos últimos meses. Veamos: Petteri Taala Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) explica que "La temperatura de la Tierra es actualmente 1 grado centígrado más alta que a comienzos del siglo XX. Estamos a mitad de camino del umbral crítico de 2 grados y es posible que los planes nacionales sobre el cambio climático no sean suficientes para evitar un aumento de 3 grados".

Esta cifra máxima para el incremento de la temperatura, de 2 grados, no se pensaba alcanzar hasta por lo menos mediados de siglo, pero al parecer este año estamos cerca de alcanzar el “umbral crítico” del cambio climático. Según expertos del Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS), la temperatura media global en febrero de este año estuvo 1,35ºC por encima de la media de 1951-1980 (en febrero de 1998 cuando también se dio un Niño fuerte, estuvo “sólo” 0,88 ° C por encima del promedio histórico).

Entonces, no en vano los expertos auguran que en un futuro inmediato aumentaran los desastres naturales causados por el cambio climático. Si continuamos viendo el tema como muy lejano o exagerado, consideremos que estos días, mientras leemos estas líneas, se estarán cambiando funcionarios en el GORE Cusco, como consecuencia de la inadecuada respuesta del gobierno regional frente a las emergencias suscitadas en diversos lugares de nuestra región durante la última temporada de lluvias.