Nos encontramos ad portas de un nuevo periodo de gobierno, y según la última cuenta de años en democracia ininterrumpida, llevamos 16 desde que cayera la dictadura del hoy preso expresidente Fujimori, más años de los que mediaron entre el segundo gobierno de Belaúnde y el autogolpe de 1992. Es decir, un periodo promedio sino superior a la media de “estabilidad democrática”, que se han tenido desde la independencia.

Y es que nuestro país es considerado entre la comuna internacional, un estado cuasi nación, o estado fallido, como dice la canción; un amasijo hecho de cuerdas y tendones. Pero, esta vez, la gestión que se viene será la que entregue el país el día que se cumplan dos siglos de fundada La República, y si esto no nos dice mucho es porque estamos en Cusco, y la resaca de nuestro mes jubilar todo lo eclipsa, olvidamos que éste es el “mes patrio”. No por nada las fechas, los aniversarios simbólicos son en términos históricos, las columnas de la edificación de país, los hitos en la ruta a seguir, la trama de la madeja, o como quiera que se le llame. Ahora, cabe la pregunta: ¿quién entrega la banda a quién en las próximas elecciones?, ¿no es acaso PPK norteamericano, extranjero?

Hay mucho en juego (el imaginario hegemónico de país para acaso la próxima centuria, y de todas maneras la brújula a corto y mediano plazo), y no pocos apuntan a la necesidad de una refundación del Estado, de una vuelta de tuerca, de un cambio real en las estructuras económicas y sociales de este país, aunque suene romántico y telúrico los hay quienes soñamos un pachacuti. Una mirada panorámica a la coyuntura histórica nos arroja frente a quizás uno de los periodos más difíciles para la humanidad de la era moderna: el siglo XXI y la crisis medioambiental, la escasez de agua, y sus correlatos.

Tenemos los peruanos cinco años para pensarla. Las decisiones de consecuencias trascendentales no son para tomarlas a la ligera. Toda ayuda es bienvenida. Sobre todo reflexiones maduradas a la luz de los años, éstos que van de la caída del muro de Berlín al Brexit, y que son el marco referencial para nuestras discusiones de modelo económico a seguir, por lo pronto a corto y mediano plazo. Entonces, y a consideración, OjoZurdo. Revista de política y cultura, presentada en Cusco el doce del presente, constituye un aporte para el debate político en nuestro país. Presentaron la revista la reconocida escritora Karina Pacheco, Rosmery Roca del Frente Amplio Cusco, y Álvaro Campana, del comité editorial de OjoZurdo.

En palabras de sus editores: “Las páginas de OjoZurdo expresan una responsabilidad bastante precisa: contribuir a la refundación de la izquierda peruana (…) sale a luz porque en el Perú actual, a pesar de la hegemonía neoliberal, vivimos momentos de cambio y búsqueda de otras alternativas de futuro (…) El escenario postelectoral implica un desafío de dimensiones históricas, porque el Frente Amplio tiene el reto de reconstruir a la izquierda como un actor político protagónico en el Perú”.